Domingo 6 de Abril de 2014

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Gente del turf

LUCRECIA CARABAJAL FUE APLAUDIDA POR LA AFICION PRESENTE EN EL HIPODROMO DE SAN ISIDRO CUANDO KING OF HONOR HIZO UN SHOW

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por Osvaldo Martinez

SI BIEN TUVE QUE PEDIR EL APLAUSO, SE ASUSTARON VARIOS POTRILLOS, NO ERA QUE EL PUBLICO NO LO QUERIA HACER, QUEDARON MUDOS POR LA ACCION

Estaban todos los ejemplares dando las vueltas acostumbradas en la redonda de exhibición, el viento presagiando lluvia fuerte y el cielo amenazante, no daba un cuadro muy interesante que digamos para la disputa del Clásico Raúl y Raúl E. Chevalier (G2).

Como siempre se formaron los grupos de profesionales y propietarios, no eran muchos, pero siempre en estos cotejos de Grado, hay cantidad de aficionados de la Tribuna Oficial que quieren ver el estado de los ejemplares que van a saltar a la cancha. El llamado de la persona encargada de conducir la salida a la cancha de los jinetes y de la subida en cada uno de los caballos, fue clara y se escuchó en el silencio de un momento de nervios y esperanzas: “a montar”. Y allí fue obediente como primera Lucrecia Carabajal, “La” jockey que está pasando el mejor momento de su carrera, incluso en la quinta prueba hípica había llevado al disco triunfal al sangre pura de carrera Misster Tuto, del Stud La Mercedita. Se colocó al costado del hijo de Roman Ruler y pegó el salto, ágil, decidida, como siempre, pero el tremendo zaino de 461 kilos, se asustó y se paró de manos.

Las fotos, de lejos, pero fotos al fin, de lo que sucedió lo dicen todo. Ella ni se inmutó, lo mantuvo en el aire, les puedo asegurar que no es fácil lo que hizo, porque para más lo mantuvo firme con las riendas, en su lugar, incluso, uno que estaba tomando las fotos, le pareció que el caballo estuvo parado de manos durante mucho tiempo, lo suficiente para pensar que podía pasar cualquier cosa. Pero ella es de a caballo. Y lo que comentaba sobre los aficionados que estaban detrás de la verja. Quedaron sin habla, más cuando el King´s Best decidió bajar y ella se fue escurriendo por su cuerpo, para con las riendas en las manos, sofrenarlo, tratando de serenarlo. El caballo retrocedió y ella lo siguió teniendo, era su monta, y no lo iba a lagar así nomás. Lo escuché, no me lo contaron, le dijo Lucrecia al peón: “dejame, tenelo que subo”.

Lo montó, y fue entonces cuando me salió el “aplaudan señores”. Era así, como les comentaba, estaban todos con la boca abierta por lo que había realizado “La” jockey.

Fue cuando el público se rompió las manos aplaudiéndola. Claro que no pensé en ningún momento que se iban a espantar otros caballos, incluyendo al ganador que casi me pisa.

Qué momento de temor, y qué momento emocionante, viéndola a “La Mujer Maravilla” allá arriba, y que para los temerosos como yo, parecía que no se bajaba más. Se bajó, lo serenó y se lo llevó con autoridad a la cancha, camino a los partidores. No importa cómo le fue en el resultado de la carrera, lo que importa es su profesionalismo, su coraje, su saber andar a caballo.

Lucre es “Gente de Turf”, hasta la médula y dio espectáculo.

¡Aplaudan señores!

 

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