Campana de Largada - Turf Argentino

ESTUVO SONRIENTE Y ESPERANZADO COMO SIEMPRE EL DIA DEL NACIONAL, HACIENDO GIRAR LA RULETA DE LA SUERTE JUNTO A ROCCO BENEDICTO. ¡LO VIMOS ENTERO!

Desde el día que partió en una ambulancia, luego de una rodada espectacular, todavía tenemos la imagen del casco corriendo solo por la arena, el hombre, como fue, es y será su vida, se puso la armadura del guerrero y volvió a luchar contra el destino. Ya una vez, cuando el anuncio en Palermo sobre su enfermedad, fue comentario de nuestra página, por supuesto, del deseo de su pronta recuperación, y además que estábamos seguros que su mente, sin ella no se puede llegar a nada, lo devolvería a su gran pasión, estar arriba de un sangre pura de carrera. Y volvió y cómo…

Ahora, lo que sabíamos, es que su brazo había sufrido y mucho y también que es una parte del cuerpo indispensable para un jinete, la fuerza de los brazos y de las piernas para un profesional son fundamentales. No se puede correr con un brazo sanado a medias. Tiene que estar bien, muy bien, para poder correr.

Y en eso anda el hombre, con la mira puesta a cruzar por el túnel de Palermo, subir las escalinatas de San Isidro, o pisar el hipódromo de La Plata, para subirse a un caballo de carrera y competir y ganar. Lo del título no es un deseo nada más, lo vi golpear mano derecha con mano derecha de Rocco, tras sacar el monto más alto de los tres que se realizaron en Palermo en la Ruleta Millonaria, recordamos que Juan Carlos Noriega sacó $ 300.000.-, Rodrigo Blanco $ 500.000.- y Jorge Ricardo con $ 700.000.-

Lo estamos esperando ansiosos Sr. “Teacher” Ricardo, profesionales, propietarios, criadores, colegas, periodistas, amigos, me incluyo en estos dos, el turf argentino todo, pero no se apure, por favor. Tenga la paciencia de los sabios y aguarde el tiempo necesario. Diez días más diez menos, es lo mismo. Sabemos de sus ganas, pero manejar un auto de 500 kilos sin cambios y sin volante, con dos tiritas de cuero necesita de un estado físico ideal. El que Ud. está por lograr. Y esa es una gran noticia, por cierto.

Se de buena fuente que se pasa horas y horas en los especialistas, mañana y tarde de cada día, con vistas a ese gran regreso. Y seguramente estará su amigo en la tribuna, el aficionado al que no le pude ver la cara, que el día que regresó de un tratamiento intensivo de su enfermedad, con voz aguardentosa, salida del corazón, del alma misma, le gritó…

“Volvió la alegría”