Campana de Largada - Turf Argentino

COMO TODA GENTE DE TURF, EL SONRIENTE TAMBIEN TIENE ALTAS Y BAJAS, PERO LA CANCHA NO LO AYUDO

Nosotros decimos siempre que a los jockeys hay que hacerles un monumento, pero por las condiciones en que desarrolla su profesión. Todas las mañanas, esté como esté el día, a la espera que vengan los caballos para trabajarlos en las distintas canchas de entrenamientos. Muchos de ellos, responsables, saben que los entrenadores no pueden quedarse sin aprontar sus caballos, van a la cancha con fiebre, como se encuentren de salud. Ni hablar cuando salen a la cancha, defendidos por dos hierritos y un casco, que como lo aseguramos toda la vida es más para pinta, que para seguridad. Alguna vez escribí enojado, caen parados y tienen conmoción cerebral.

Pero hay otros temas, como por ejemplo defender los intereses de los propietarios y aficionados, a 60 kilómetros por hora y con otros al lado que también quieren lo mismo. Los desarrollos a veces no salen como uno quisiera, se dice que un periodista estando en la redonda de exhibición, escuchó de tres cuidadores decirle a los jinetes las palabras sabias, “tercero, emparejás y dominás temprano”. Corrían cinco, para más datos. Pero no todo sale al pie de la letra de lo estudiado.

Si bien nosotros hablamos maravillas de la ganadora Vilma Gin, jugada como si corriese sola, Southern Glory mereció ganar. La del Stud Haras La Esperanza, hija de Honour Anda Glory, perdió a nada, cuando la chapa de varios cuerpos tendría que haber estado arriba y Raúl Lottero, presente en el hipódromo, sacarse la foto.

Pasó lo que sucede a diario, comenzó por largar mal, luego apurado en una cancha que hay que sacar registro antes de saltar a la pista, tuvo que levantar en pleno codo, se filtró por dentro en la recta, no sin antes chocar con Falero, luego no encontró paso y tras sacar y afuera de cuatro y luego volver hacia los palos, perdió por esas cosas de las carreras. Un momento horrible para un jinete de la categoría de Mario Fernández.

Más tarde salió a correr a Roman Sea, un espectacular caballo del Stud ganador Las Dos Nenas al cuidado de un gran entrenador Conrado Fuentes y con la monta de Mario Fernández. El poderoso hijo de Roman Ruler nacido y criado en el Haras Melincué, vino saltando en el tercer lugar, abierto corrió donde corren los buenos, en pleno codo, ingresó con ventaja al pisar la recta y escapó dejando notable impresión.

Una de cal y otra de arena para “El Sonriente” que celebró la victoria, tras perder una de novela y que seguramente tendrá su merecido desquite con la casi invicta a la brevedad.

Oficio de jockey, nada fácil…