Lunes 28 de Febrero de 2022

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33 de mano

LOS SOCIOS DEL SILENCIO

Los flashes y los aplausos se los suelen llevar los jockeys y los entrenadores. Pero están los que hacen el trabajo silencioso con los caballos. Los que pasan largas horas durante toda la semana cuidando cada detalle de su alimentación, entrenamiento y descanso.

por Leandro Piazza

La adrenalina, la tensión, los gritos de aliento y el bullicio general dominan la escena y el sentir de la mayoría de los aficionados en la paddock, enfocados en descubrirexpectantes quién será el primero en cruzar el disco. 

A pocos metros de la popular hay un sector donde el contraste es evidente. Es un ambiente totalmente opuesto el que se respira. Se trata de los boxes que están próximos al sector de exhibición, donde se van ubicando los caballos de la próxima competencia. 

Los peones trabajan en el sector correspondiente, según la numeración sorteada. Se los nota concentrados y cada uno lleva a cabo su tarea, sin apuro, pero con sumo detalle. Cepillan sus lomos, acomodan sus crines, masajean sus manos y hasta susurran alguna arenga para que no pierdan la calma.

Llega la orden de ensillar y culmina la ceremonia previa con el ajuste de la montura y algún ajuste de último momento bajo la mirada atenda de los entrenadores que supervisan de cerca.

Es momento de recorrer la rotondita un par de veces hasta que llegue el jockey de turno y enfile para la pista.

Es Horacio Ayala, quien entrega la yegua número 2, Cinquetti, a Martín Valle y se acerca para compartir su vivencia como peón galopeador. 

“Aprendí este oficio de varear desde muy chico. Con respeto y humildad fui progresando” nos cuenta amablemente quién es oriundo de Ceiba, Entre Rios.

Su hermano Isaias Ayala, jockey que desempeña su carrera en Estados Unidos, la consiguió una oportunidad para trabajar en San Isidro y él la supo aprovechar.  

Horacio trabaja para el Haras Angel de Venecia desde 2016 y ante nuestra consulta no duda en afirmar que una de sus mayores satisfacciones hasta este momento fue haber ganado en 2019 El Gran Premio Jockey Club con el caballo Roman Joi. 

“Trabajamos en equipo todos los días desde las 4 de la mañana. Estamos los peones, los serenos, cuidadores,veterinarios… somos como una gran familia”, afirma con orgullo.

“Me gusta mucho lo que hago. Gracias a los caballos he conocido muchos lugares del país y he conseguido hacer muchos amigos. La gente del turf es gente buena.”, declara el chino, como le dicen los amigos. Posa para la foto y se va a ubicar en la tribuna para alentar a su yegua y para seguir soñando con sumar triunfos. “Todos queremos ganar”, reconoce mientras sonríe.

 

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